Tuesday, December 27, 2011

Deposito, retiro y venteo.

No es secreto para nadie, o no debería ser, que los seres humanos intentamos siempre compensar alguna carencia emocional con otros excesos.  Es así como se llega a la intoxicación para olvidar, la soledad para evitar nuevas heridas, y por el lado de los ajustes positivos, la determinación para salir adelante, o el humor para afrontar crudas realidades. Sólo por citar ejemplos.

Es con esta misma dinámica que cuando sentimos estrés o ansiedad, buscamos relajarnos con experiencias más placenteras.  ¿Cierto? Pues me da la impresión que emocionalmente estamos haciendo un par de depósitos con la intención de "balancearlos" internamente.  Por ejemplo, si me siento preocupado o ansioso por "A", mejor voy y hago "B", para sentirme mejor. La pregunta que me hago ahora es, ¿No sería mejor en muchos casos, probablemente siempre en los problemas más serios, hacer retiros emocionales?

Un retiro emocional sería algo así como ventear las preocupaciones, hablar con esos seres bien queridos y apreciados y especiales, para decirles cuan asustados, ansiosos, estamos. 

Recuerdo haber leído, y comprobado muchas veces, que una carga [emocional] compartida pesa la mitad. Pues utilizando el ejemplo de la cuenta bancaria, supongo que compartir las sensaciones que nos debilitan internamente es como pagar una deuda.  Los financistas siempre dicen que la mejor inversión es pagar las deudas de mayor interés.  Pues si la deuda está muy pesada, será mejor compartirla con aquellos que nos quieren ayudar. Acaso será mejor que hacer algunos depósitos, que siempre ayudan, que también se necesitan.

En fin que me parece que no debemos ser globos que a veces inflamos con aire frío y a veces con aire caliente. Corremos el riesgo de explotar un día. Mejor será hacer escapar la presión con frecuencia, abriendo válvulas como "la verdad es que tengo miedo", "quisiera no sentir rabia pero es lo que siento", "necesito tu ayuda, dime cómo puedo arreglar o mejorar esto", "siento que debo disculparme por A pero que me pidas disculpas por B". 

Una última precaución:  Los aires frío y caliente crean gotas de condensación que cuando se ventean juntos pueden formar gotas de lluvia muy parecidas a las lágrimas, que también dan vida y preceden días más claros.

Sinceramente,
Alberto Juan.

Aerohermosas

Todavía recuerdo en los repetidos viajes en VIASA o IBERIA hacia España en mi niñez, a esas mujeres altas, esbeltas, educadas, atentas, tripulantes de las aeronaves que nos hacían el largo viaje lo más agradable posible. Sólo una vez durante esos mismos años recuerdo haber volado hacia los EEUU, con una experiencia similar cuando se trató de aeromozas. Los 80's y 90's, fueron años en los que no se discutía el dominio de "Occidente".

Hoy día se sabe y se reconoce el poder e influencia que países como China, India, Qatar, Sur Korea, y otros países de "Oriente" tienen en el resto del mundo. Pues nunca he volado en las aerolíneas de estos países per sí he visto los comerciales y me recuerdan a esas hermosas damas de mi niñez, solo que con rasgos orientales. Mientras tanto, sigo volando con frecuencia en los "American Airlines" de este mundo y parece que las tripulantes son las mamás ¡o abuelas! de aquellas de hace más de 20 años, y en ocasiones con menos educación y atenciones.

Debería existir un indicador económico basado en la calidad de las aeromozas de los países. No va a ser casualidad que los hombres de negocio más importantes son normalmente los que más viajan, ¿Ah?. Es en tono de broma, pero coincide perfectamente que nuestras economías están golpeadas, averiadas, estancadas, feas. Mientras que las de Oriente son vibrantes, jóvenes y atractivas. Quizás el destino nos lleve alguna vez a volar hacia Oriente, ese día comprobaré dos cosas: si la publicidad es cierta y que tan fuerte es el codazo de mi esposa.

Sinceramente,
Alberto Juan.

Saturday, December 17, 2011

Opciones. Decisiones.

¿Cuál es la edad?, ¿Cuándo el momento?,¿Es posible vivir una vida perfecta? 


Desde el nacimiento todo se trata de abrir opciones, posibilidades. Primero nuestros padres nos ayudan, luego nosotros mismos. Vamos a la escuela, aprendemos a nadar, aprendemos un segundo o tercer idioma, tenemos varias parejas antes de casarnos, etc.  Todo ésto buscando crecer y aumentar nuestras opciones. A lo largo de la vida vamos tomando decisiones y nuestra vida se va encarrilando. Cada vez hay menos desvíos o atajos en el camino, o bifurcaciones, o esquinas en las cuales tomar una pausa.  Como en toda travesía, hay decisiones buenas y malas, pero no es de ésto que quiero escribir.  


Me inquieta saber si existe un momento de "let go", de dejar ir. ¿Hay un momento para dejar de construir posibilidades? ¿Llegará el día en el que no me sentiré mal por no haber perfeccionado mi francés?, ¿Por no haber comenzado una maestría?, o el día en el cual no me importe no saber andar en motocicleta o caballo, como si eso limita mis posibilidades de ser piloto, jinete, o simplemente por ser placeres que "hay" que disfrutar alguna vez.  Sé que esos días llegarán y sólo espero que no sea muy temprano para matar la ilusión, o muy tarde como para no haber disfrutado 100% los momentos. 


¿Cuántos años planeamos vivir?, ¿Cuántas esposas(os) planeamos tener?, ¿En cuántos países e idiomas pensamos vivir?. No creo que sea la respuesta a esas preguntas lo que nos haga planear la vida. Creo que tienen más influencia la primera cana, el primer hijo, la primera mudanza. ¿Acaso la respuesta sea aceptación?, ¿Aceptarnos no como mejores o peores, pero sí como "good enough" (bueno lo suficiente)?. ¿Cuándo es good enough? 


Tengo una hija pequeña que aún no tiene dos años pero sí tres pasaportes, que cuando tenga tres años tendrá dos idiomas. Le damos opciones con nuestras decisiones. Llegará el momento de ella para decidir su camino. A sus padres nos bastará con haberle dado todas las posibles opciones. 


Sinceramente, 
Alberto Juan.

Thursday, December 1, 2011

Se busca un reto

Soy fanático del Barça pero más aun lo soy del fútbol como disciplina deportiva y competitiva.

Para los que seguimos el fútbol de Europa no es secreto que el FCB ha estado rozando la perfección en los últimos tres años, ganando Ligas, Copas del Rey y de Europa, varias de manera consecutiva. La pregunta es ¿Cómo se puede mantener un nivel de desempeño tan alto durante tanto tiempo?

Se puede argumentar que todo se debe a tener a varios de los mejores jugadores del mundo en tu equipo. También se entiende como fundamental contar con una planilla profunda y con "deep pockets" para traer talento de afuera. Incluso contar con un gran entrenador es determinante. Ahora bien, este último párrafo bien podría aplicarse para describir al Real Madrid y varios (pocos) otros equipos de Europa, quienes sin embargo no han logrado cosechar tanta platería.

En mi opinión un buen equipo gana un año, un muy buen equipo repite. Mantenerse a ese nivel por tres o más años requiere algo más, requiere mejorar ya no a nivel técnico o táctico o físico, sino del tipo más difícil, a nivel emocional. Cuando se ha ganado es más difícil volver a ganar, es más difícil querer ganar. Es aquí exactamente donde se muestra el "corazón de campeón", donde se busca por el próximo gran reto, la próxima motivación.

Casualidad o destino, el Real Madrid lidera hoy día con seis puntos de ventaja sobre el FCB. Una ventaja que a los especialistas se les antoja importante pero no definitiva. Yo pagaría por preguntarle a Mouriño (entrenador del Madrid) si prefiere la situación actual de ventaja por seis puntos a falta de 20+ partidos, o una ventaja de un punto a falta de 3 ó 4 jornadas.

Con todo el respeto que se merece el resto de los equipos, yo creo que ahí tiene el FCB el reto que necesitaba para querer ganar este año nuevamente, ya no como el equipo a vencer sino viniendo desde atrás. Como se diría en buen castellano "¡A por la remontada!". El deseo por remontar estos seis puntos será lo que en el torneo anterior fue "Ganémosle a Mouriño" y que muy audazmente éste mismo está tratando de evitar al mostrase menos incisivo en sus declaraciones.

El reto del Barça por recortar distancias será un gran espectáculo porque el Madrid es un equipo muy superior al de los últimos dos años. Veremos jornadas tensas, más voltaje aún en los "Clásicos", con suerte espectáculos para recordar y no penosos para olvidar. Hoy día me imagino a Mouriño (¡inteligentísimo!) preguntándose a si mismo, si será bueno haber marcado el gol tan temprano en el partido. Porque a veces no lo es.

Sinceramente, Alberto Juan.

De vuelta...

Hace ya varios meses que no escribía en mi blog, este blog. No sabría si comenzar por pedir disculpas a quienes pudieran haberme extrañado, o a mi mismo. La excusa es la misma para ambos.

Hace poco leí en un artículo publicado en Yahoo que para ser un buen blogger había que cumplir con ciertas reglas, las cuales me darían muy mala reputación de anunciarlas, irónicamente, en este espacio. Simplemente me dedicaré a intentar seguirlas y con suerte todos, primero unos pocos que ya somos y luego, quizás, otros tantos, podremos disfrutar de los resultados. Sólo una advertencia: Los escritos por venir serán un poco más triviales y textos más cortos, en general. Debo corregir el error del escritor novato que quiere ganarse el premio en su primera novela. Con suerte, de vez en cuando, leeremos un escrito con algo más de profundidad, detalle y arte.

Lo más imprescindible: Los comentarios son el diezmo que espero irán reapareciendo poco a poco. Así termino esta introducción de lo que está por venir. Espero que este segundo viento a favor ayude a tomar altura. Como ya lo dije en mi "profile": al menos será divertido.

Sinceramente, Alberto Juan.

Tuesday, August 23, 2011

No es lo mismo tercero que segundo.


Este pasado lunes, Canadá despertó lista para ir a trabajar y desayunó con la noticia de que cerca de las cuatro de la mañana, el hasta hace unas pocas semanas líder oficial de la oposición en la sala de legisladores, el señor Jack Layton, había fallecido después de perder su pelea contra el cáncer.  No sólo es esta pérdida lamentable como cualquier otra cuando se apaga tempranamente una vida que fue un hijo, padre, abuelo y amigo, sino porque tiñe de gris un sector del espectro político de esta comunidad de treinta y algo millones de personas.  Los mismos que además nos quedaremos sin la oportunidad de saber si el buen líder era en verdad un buen político estadista.  
Hasta ahora todos los analistas políticos coinciden en afirmar que Layton fue un líder político con muchos logros personales y para su partido político, el NDP (New Democratic Party), un partido entre la extrema y centro izquierda.  El mayor logro se dio en las elecciones federales del pasado mes de mayo cuando el NDP, liderado por Layton logró convertirse en la segunda fuerza política, sólo detrás de los conservadores (derecha pura).  El partido liberal (de izquierda pero el más centrista de los tres), hasta entonces el segundo partido político, sería relegado al tercer lugar, perdiendo el título de “oposición oficial”.
Menciono los resultados de la elección del pasado mes de mayo como antecedente porque hasta entonces el NDP de Layton siempre fue el tercer partido al que nunca le correspondió negociar o pactar con el partido de gobierno, y siempre pudo criticar a viva voz sus diferencias con las decisiones del gobierno o con los pactos acordados por la oposición oficial (los liberales).  Es decir, ser cien por ciento crítico no tenía entonces ningún tipo de consecuencia, nunca fue necesario negociar o comprometer una postura, y si se estaba de acuerdo con alguna propuesta, pues se estaba de acuerdo y todos en paz.
Muy pocas semanas después de las elecciones, Layton se retiraría temporalmente para enfocarse en su enfermedad...
En Canadá y USA es muy probable que sólo uno de cada diez personas que nacen (o se hacen) para ser líderes, tiene una visión de la política como herramienta para la justicia social, es decir, es de izquierda.  Así que en este sentido, esta pérdida se me antoja más significativa.  Más aún, la oportunidad que realmente nunca tendremos es la de saber si el líder carismático que durante años creció la base de su partido a expensas de contrastarse con los únicos dos partidos gobernantes, también tendría la capacidad (¿voluntad?) de mimetizar posturas con el partido de gobierno, ahora que tendría la responsabilidad de hacer que el país se moviera.
Y para los que no les gusta leer de política pero que sin embargo siguen leyendo:  ¿Acaso no se han encontrado ustedes muchas veces con gente que es muy buena criticando a sus jefes (gobierno) o colegas más influyentes (la oposición oficial), pero que cuando se les ha dado la oportunidad no han demostrado capacidad o voluntad de cambiar lo mismo que se criticaba con la mayor fuerza?
En fin, para los que gustamos seguir la política nos quedaremos sin la oportunidad de conocer al Jack Layton estadista, y seremos testigos del nuevo ajedrez político a falta de la siempre poderosa “Reina Negra” (que no el rey, porque este juego no se ha acabado).  Y para los que no les gusta, también les daremos un consejo para que no se vayan con las manos vacías:  antes de criticar, preguntémonos primero si estaríamos dispuestos a cambiar las cosas de estar nosotros en la posición de autoridad.
Descanse en paz señor Layton.
Sinceramente,
alberto juan.

Tuesday, August 2, 2011

Del qué y el cómo, del plan y el propósito.

¿Cuántas veces no hemos escuchado (o dicho) la frase “planear no sirve para nada porque las cosas siempre salen de otra manera”?  Aunque siempre me sonó a excusa, debo reconocer que sí, que casi en la totalidad de los casos algo sale como no está planeado. 
Siempre he sido de los que escuchan la frase y comienzan a justificar las razones por las cuales es importante tener un plan:
Estar mejor preparado.
Analizar mejor la situación.
Descubrir los detalles escondidos en lo obvio.
Evitar la improvisación.
Etc.,etc.  
Al final de los argumentos, yo he seguido sintiendo la importancia que tiene una buena planificación, pero nunca he convencido a nadie que opine lo contrario.  Quizás porque al final del día todos sabemos que ciertamente las variables son muchas y terminamos llegando al mismo sitio por muchas vías menos la que se ha planeado.
Hace unos pocos días, lo comprendí mejor:  planificar es importante pero no es lo primero.  No es “completar el plan” lo que lleva al éxito, es “lograr el propósito”.  ¿Acaso cuando logramos el objetivo, incluso si “el plan” ha fallado, no nos alegramos?  Es porque se ha logrado “el propósito”.
Si nos enfocamos en “hacer cumplir el plan” por encima de “llegar al objetivo”, lo más seguro es que tengamos más dolores de cabeza de los necesarios.  
Los logros que nos hacen felices y exitosos normalmente responden a preguntas que comienzan con un “qué” y no con un “cómo”:  Qué quiero ser, qué quiero hacer, qué quiero tener.  Por ejemplo, si el propósito es tener una vida activa, en realidad no debería importar tanto que sea jugando al fútbol, béisbol, o hockey, sino simplemente salir a divertirse y competir.
En adelante, cuando me proponga una empresa voy a enfocarme más en definir mejor el objetivo o el propósito, y un poco menos de esfuerzo en hacer un plan detallado.  Seguramente así disfrutaré mejor, no sólo llegar a puerto, sino también la travesía.  A mis amigos que siempre usan la frase simplemente les preguntaré si tienen claros los objetivos, si están seguros del propósito que quieren lograr, me aseguraré que están comprometidos con el “qué”, y luego les diré que me parece bien, que ellos mismos ya encontrarán el “cómo” lo lograrán.  De otra manera, sabré que la frase simplemente fue utilizada como una excusa para dejar que sea la corriente del río la que los lleve a puerto, seguramente quejándose durante toda la travesía.
Sinceramente,
alberto juan. 

Friday, July 15, 2011

Sentir la importancia

Hará poco más de un mes que no escribía y debo culpar a mis vacaciones por eso.  Durante casi cuatro semanas tuve la oportunidad de viajar con mi esposa e hija a Venezuela y Argentina para visitar a nuestras familias.  Viajes tan largos como especiales:  familiares buscando conocer a nuestra bebita y nosotros buscando reconectar con todo el cariño casero.
Que veríamos a padres y madres, hermanos y hermanas, tíos y tías, primos y primas, lo tenía muy presente y esperaba pocas sorpresas.  Mientras más maduros, normalmente causamos menos asombro en los reencuentros.  El tiempo nos pasa factura a todos:  Nos suma kilos, arrugas, canas y dolores por afuera, y nos suma nostalgia, escepticismo y tozudez por adentro.  La mayor alegría es el largo abrazo.  Las novedades ya se han compartido por teléfono o e-mail.
También era obvio que veríamos a muchos sobrinitos y sobrinitas.  ¡Pero qué impresión me dio ver todo lo que han crecido y aprendido los más pequeños!  Da alegría ver que la familia se renueva.  Da alegría sentir la admiración y respeto de los niños.  Da alegría sentir cómo con el paso de los días pasas de ser “el tío de Canadá, el de las fotos”, a ser querido como si siempre has estado ahí.  Incluso los más bebitos se sonríen pronto con tu rostro.
No voy a escribir líneas sobre lo importante que son los niños.  Eso es algo que todos sabemos.  Lo que personalmente descubrí en este viaje es lo importante que se siente tener la responsabilidad de ayudarlos a crecer.  Lo sentía con mi bebita pero se intensificó con los sobrinos.  Así como en algún momento de nuestra niñez el foco de nuestros propósitos está en nuestros padres, o así como siendo adultos nos enfocamos en nosotros mismos, esta vez siento a consciencia que el péndulo de mis propósitos también gira hacia los más pequeños.
Las últimas vacaciones fueron un baño de cariño casero, cariño sanguíneo, pero significaron sobre todo, la confirmación de un sentimiento de responsabilidad de dar amor, de ayudar a crecer, de ayudar a seguir aprendiendo, a los más jovencitos de la familia.
La verdad no sabría qué agregar para que esta escritura fuera algo más reflexivo para el beneficio de todos los que la lean.  Cada quien sabrá identificarse con mi “descubrimiento” en mayor o menor grado, o para nada en absoluto.  Quizás sólo sirva para que me conozcan un poquito mejor.  En cualquier caso, la intensión era mostrarles  orgulloso el mejor souvenir que traje de mis viajes en mis últimas vacaciones:  El amor de la familia es muy lindo, pero si la maleta viene muy llena y tengo que elegir, me traigo las sonrisas y muestras de cariño de sobrinos y sobrinas y de mi bebita junto a ellos.  
Sinceramente,
alberto juan.   

Tuesday, May 31, 2011

“Vamos. Tranquila. ¡Embrace the pain!”

La noche en la que nacería mi primera hija estábamos su madre y yo en labores de parto:  Ella soportando las contracciones y yo animando.  Claro está, y como cualquiera que haya estado en mi situación lo sabe, el vocabulario del confort se acaba pronto y es cada vez menos eficiente.  Por un lado las contracciones se hacen más intensas y frecuentes y por el otro las palabras van perdiendo valor de tanto repetirlas.
En términos generales ambos estábamos haciendo muy buen trabajo.  Así nos lo hacía entender nuestra enfermera.  Digo nuestra porque en realidad estaba asignada a nosotros y nos ayudó por muchas horas.  Ella, una veterana de mil “batallas”, era una señora entrada en edad, si mal no recuerdo con más de treinta años de experiencia en lo que para nosotros era nuestro primer encuentro con el milagro de la vida.  “You are doing a great job” le decía con frecuencia a la futura madre.  A mi me picaba el ojo en señal de aprobación, supongo que sin mayor detalle porque poco o nada podía entender de mis señales de apoyo siempre en español.  Los 30 años de experiencia le servían, estoy seguro, para entender el lenguaje de mi cuerpo al asistir a mi esposa.
Así pues pasamos muchas horas los tres (cuatro si incluimos a la bebita), mientras los dolores y las ansiedades aumentaban.  “Tranquila.  Todo está y va a estar bien.  Estás haciendo muy buen trabajo.  Respira.  Ya va a pasar el dolor. Etc, etc.”  Dicho muchas veces parece que convierte en ruido de fondo.  Hasta que finalmente espeté, como quien canta ¡Eureka! o ¡Tierra!, convencido por alguna razón que así había resuelto el acertijo del dolor:  ¡Embrace the pain!  (¡Abraza, aprovecha el dolor!)
La respuesta no se hizo esperar.  El rostro de la parturienta pasó a mostrar sorpresa, incredulidad, e ironía, al tiempo que seguía en expresión de dolor.  Nuestra enfermera fue menos sutil:  carcajadas.  En treinta años atendiendo parejas en parto, nunca había escuchado semejante “barbaridad”.  “Nunca me voy a olvidar de ti”, me decía.  “Embrace the pain” repetía minutos después riéndose, al tiempo que llamaba finalmente al anestesiólogo que suministraría la epidural.
Al final del día todo fueron buenas noticias y el parto fue natural con la asistencia de la anestesia local tan aclamada por todas las mujeres que pasan por la experiencia.  Supongo que mi frase tuvo el buen efecto de relajar la tensión de los últimos 20 minutos de dolores intensos gracias a las carcajadas y sonrisas de casi todos (yo me reía pero me sentía incomprendido).  La ahora madre se relajó bastante y eso era lo importante.
Todos los seres humanos hemos pasado, pasamos y pasaremos, inexorablemente, por situaciones dolorosas.  No solamente de dolor físico que son los que menos, pero del que se siente ante una despedida, la lejanía física de los seres más queridos, el recuerdo como venganza de los errores cometidos, traiciones, desengaños, enfermedades, etc.  Una solución es negarlos.  Negar o ignorar tales dolores cuando aparecen es lo equivalente a no aceptar un problema.  Las consecuencias serán las mismas:  El dolor crecerá.  La solución más común será apaciguarlos o calmarlos o buscar eliminarlos.  Esto es lo equivalente a tomar un calmante o aplicar anestesia.  La consecuencia:  El dolor se controla.  El dolor se eliminará temporalmente pero podrá reaparecer igual o más intenso ante situaciones similares.  La solución mejor es aceptarlos, entenderlos, aprovecharlos.
Asumimos nuestros dolores como un ladrón que entró en nuestra casa a quitarnos paz cuando menos lo esperábamos.  Es decir, algo que nos quita mucho y deja nada.  Verlo así sólo alimentará la sensación de sufrimiento e injusticia.  ¿Acaso no sería conveniente detenerse un poco a pensar qué puede traer de bueno la situación?  Hay muchos ejemplos de personas que pasan por calamidades y finalmente concluyen que ahora sí saben cuales son las cosas importantes en la vida, que son infinitamente felices en un segundo o tercer matrimonio, familias reunidas como consecuencia de la enfermedad de algún miembro, profesionales felices después de ser despedidos, etc, etc.
Hagamos algo útil de nuestros “dolores”.  Detengámonos un minuto a pensar qué de bueno tienen nuestros problemas más serios.  Hacerlo no eliminará el dolor pero lo hará más soportable, le atribuirá una o varias “buenas causas”.  Sobretodo nos ayudará a tener más fe, esperanza, alegría, tan importantes para vencer.
Cualquiera sea la situación, tal y como en el nacimiento de mi hija, al final del día todo estará bien.
Sinceramente,
Alberto juan.

Thursday, May 5, 2011

La cercanía del amigo lejano

En las últimas semanas me he puesto en contacto con unos pocos amigos con los que compartí los inolvidables años de la vida universitaria.  Sí, como muchos de Ustedes podrán imaginar:  Compañeros dentro de las aulas o fuera de ellas, de trasnocho para estudiar o para ir de fiesta, para compartir o para competir.  En fin, viajeros con los que compartimos una parte del camino y al final decimos adiós y te deseo suerte.
¿Cuántas páginas se han escrito sobre la amistad? Quizás tantas como sobre amor y odio.  Muchas, sí.  Suficientes, no.  Por eso aquí les va una más, en la que me pregunto por la relación entre amistad y distancia (en tiempo y en espacio).  Del amor ya sabemos que “amor de lejos...”, pero ¿por qué entonces cuando un amigo ha estado “lejos”, pareciera que cualquier contacto se aprecia más?, y sobretodo hay una sensación de mayor confianza mutua.  ¿A qué se debe?
De la alegría de saber que, y aquí no debería haber sorpresas, todo va muy bien en la vida de nuestros viejos amigos, pasamos a conocer detalles de la familia, número de hijos, casamiento(s), los padres, el nuevo trabajo, el estado de aquel negocio, etc.  Luego se deja deslizar alguna mala noticia que rápidamente se compensa con nuestras propias malas noticias, por la obligación que sentimos de compartir suertes.  Lo más normal, como buscando claridad, es continuar por preguntar por noticias sobre otros amigos y a partir de ahí se abren las posibilidades cual tablero de ajedrez después de las primeras jugadas.  En menos de cinco minutos hemos compartido con el viejo y lejano amigo lo que cuesta un poquito más de esfuerzo (emocional) compartir con el amigo más cercano.
Estoy de acuerdo con la explicación de que esta confianza mutua existe porque se ha ganado con anterioridad y mientras no existan razones para perderse, seguirá intacta.  También concuerdo que tener un pasado común con alguien, permite el tipo de camaradería que existe entre aquellos que se conocen defectos y virtudes y se protegen o benefician mutuamente.  Pero es que la relación que tenemos con el amigo lejano ofrece otra dimensión:
El amigo lejano conoce tus valores fundamentales, los que forjasteis juntos siendo más jóvenes, incluso como niños.  El amigo lejano ya no comparte tu mismo tiempo y espacio, así que de alguna manera siempre será una “tercera opinión totalmente desinteresada”.  El amigo lejano se convirtió en el amigo que mientras más lejos está, es mejor amigo y más se le extraña.
Bien reza un dicho:  “El vino, añejo.  El amigo, viejo.”
Sinceramente,
Alberto juan.  

Wednesday, April 27, 2011

Callar para no ofender(se)

En menos de una semana tendremos elecciones en Canadá para elegir (o reelegir) al próximo Primer Ministro.  Tratándose de política, existe una larga lista de temas sobre los que se puede opinar:
La apatía de los más jóvenes por ir a votar.
Conservadores contra Liberales.
Si es necesaria o no ésta elección, o si llega en un buen o mal momento.
Idealismo contra Pragmatismo.
Et cetera.
Todos temas válidos y reales.  Real también, es el hecho de que cada vez es más difícil encontrar a alguien con quien discutir cómodamente estos asuntos.  Lo digo no porque quiera convencer o influenciar con mis argumentos, sino ¡porque tengo muchas preguntas!.  Me sorprende un poco que una persona para quien la única implicación con la política local sea a través de los “mass media”, esté tan o más enterado que muchos quienes están en posiciones de mayor influencia, pueden estar siendo más afectados, o simplemente se esperaría estuviesen más motivados por involucrarse en esta elección.  Entonces las preguntas se me hacen una:    
- ¿Por qué razón no nos gusta discutir sobre política?
La respuesta más evidente siempre será que no nos gusta discutir sobre temas como política (o religión) para no herir sensibilidades.  No podría estar más de acuerdo, PERO:  En realidad me parece que “deep inside” (muy en el fondo) se trata de no herir nuestra propia sensibilidad discutiendo asuntos que, sin querer reconocerlo, desconocemos.
¿Cuántas veces hemos escuchado (o dicho) la frase “No me interesa la política porque nunca me ha (o no me va a) resuelto mis problemas”?.  Pues no me suena nada distinto a frases como “A este cliente sólo le interesa el precio de la oferta, no la calidad de servicio o el soporte técnico”.  Es decir, aunque tengan algo de verdad (no vivimos en un mundo de fantasía) no son realmente las causas por las que no le dedicamos el mínimo esfuerzo a discutir asuntos políticos o a preparar una buena propuesta técnica al cliente.  La realidad es que son la excusa perfecta, porque son aceptadas por los demás, por no sentirse competente y/o no querer darle la importancia merecida a ciertos asuntos.
Se nos hace difícil decir (y sentir) que no sabemos.  Se entiende.  Pero por qué menospreciamos los asuntos a discutir o resolver por ésta razón.  No sería más sensata la frase “Entiendo la importancia del tema, del cual sólo podría opinar A y B y un poco de C, pero sinceramente no le he dedicado el esfuerzo que se merece para discutir más lejos de esto”.  Con esta fórmula no se menosprecia al asunto, se contribuye, y se explican elegantemente las limitaciones propias.  Para demostrar este punto, pregúntenle Ustedes al próximo individuo que les diga que no le interesa la política si le gustaría vivir en anarquía, sin líderes ni gobierno.  Entonces sí nos interesa la política, el problema es que no nos gusta decir que lamentablemente no le dedicamos el tiempo y esfuerzo que se merece, así como tampoco disfrutamos entrar en una conversación sin argumentos.   
En definitiva, opino que en general debemos cuidarnos de ofrecer conclusiones porque sean las “vías rápidas” o “conocimiento general” sobre como proceder en ciertos asuntos, para disfrazar ciertas carencias de conocimiento, competencia técnica, etc.  Es más sensato ofrecer una respuesta AND (Y) un contexto sobre el cual esa respuesta es válida o no, los aspectos que se toman en cuenta y los que simplemente se desconocen.
Me gustaría terminar escribiendo que “lo ideal es dedicarle el tiempo necesario a los asuntos importantes”, pero una voz interna me recuerda “lo ideal sería poder tener el suficiente tiempo para hacerlo”.
Sinceramente,
Alberto juan.

Sunday, April 10, 2011

Esto es meritocracia (II)

Como me lo esperaba, recibí comentarios de varios amigos sobre el escrito original.  Y digo que los esperaba porque obviamente el asunto es bastante más complejo que lo que se pueda decir en unos pocos párrafos.  Digo también que los esperaba porque no fue sino hasta hace muy poco que comencé a enviar el link de este blog a unos pocos amigos que sabía que iban a responder con lo que más motiva al escritor, sus comentarios.  A ellos (ustedes) muchas gracias.  Espero seguir recibiendo sus comentarios, sugerencias, preguntas, etc., como ya les recordé... por escrito.
Dentro de la complejidad del caso, existe un asunto sobre el cual sí ofreceré mi opinión por ser la pregunta más común.  Corresponde con clarificar que estos movimientos en el mercado de trabajo deben estar “substanciados” para que el proceso sea efectivo.    La “substancia” no sería otra cosa que el cumplimiento de los objetivos de la responsabilidad que se está dejando, es decir, irse con “the job done” (el trabajo terminado).
Simplemente creo que poco después de comenzar la nueva empresa hay que tomarse un tiempo para determinar cuáles son aquellos proyectos en los que nos queremos comprometer para desarrollarlos.  Con el compromiso se crea “ownership” (sentirse dueño) del proyecto, y el orgullo de llevarlo a feliz término.  Hacer ésto nos hace ver más allá de nuestras responsabilidades del día a día, que mayormente son una rutina de poco premio.
Una vez detectados ese par de proyectos de mediano o largo plazo, habernos comprometidos con nosotros mismos para sacarlos adelante, consultado con nuestros supervisores sobre lo adecuado de los mismos, y finalmente hacer un plan en el cual todos los involucrados ganan algo, es tiempo de trabajar en ellos hasta verlos terminados.  A veces el legado más pequeño es suficiente para mostrar competencia, ganar una buena impresión, eliminar un gran futuro problema, o simplemente para llenar un par de líneas del CV.
Todos lo hemos hecho alguna vez en temas de trabajo o de cualquier otra empresa humana, pero estoy convencido que entrar y salir sin dejar un legado nos devalúa.  En este tema en particular, nos abarata como profesionales.
Vamos, que hay que ser como el buen torero que sale a cortar orejas en cada toro, bueno o malo.  No nos conformemos con dejar simplemente una buena faena porque aunque un objetivo es más sublime que el otro... el peligro del toro es el mismo! 
Sinceramente,
Alberto juan.

Tuesday, March 29, 2011

Esto es meritocracia

Recientemente fue de mi conocimiento que tres individuos con los que he tenido el gusto de trabajar, renunciaron a sus actuales empleos con el fin de tomar otras posiciones en distintas empresas.  Los nuevos roles en cuestión no los explicaré para no distraerme del tópico, pero bastará con decir que son ocupaciones de mayor responsabilidad y jerarquía.
En una economía y en una sociedad como la canadiense, estas noticias no pasan de ser “the flavor of the day” (el tema del día), y tienen la interpretación, en el corto plazo, que la actividad está comenzando a mejorar.  Es decir, comentario seguido después de intercambiar impresiones se comenta “activity must be picking up” (la actividad debe estar mejorando), en alusión a esta interpretación.
Es mi opinión que éstos acontecimientos, más significativamente, son una evidencia del bienestar a largo plazo de esta industria, esta economía, esta sociedad, en una de esas sutiles maneras que tenemos los seres humanos de ayudarnos todos por medio de la búsqueda de nuestro beneficio individual.
Esta conclusión puede parecer evidente, pero no todos la entendemos en espíritu y muchos menos en cómo actúa.  Aún recuerdo mis primeros meses (¿años?) como profesional en esta sociedad.  Solía ser bastante crítico, con acento maracucho además, de los profesionales canadienses que “saltaban de compañía en compañía por piches $2000 al año”.  Después de todo, una vez conseguido un buen trabajo, ¿para qué cambiar?, ¿para qué correr riesgos?, o más aún ¿acaso es justo que algún otro individuo también se beneficie si es uno quien toma el riesgo?.  Difícilmente podía comprender que esta búsqueda de mejores oportunidades es en esencia, decidir por lo que se considera más justo (beneficios) o más ventajoso (promociones) para uno mismo.  Lo contrario es esperar o asumir (peor aún) a que la mejora de beneficios o promociones llegue por decisiones de otros.  
El ejercicio de este poder de decisión de algunos, sirve como aliciente para que otros nos preguntemos por nuestro valor en el mercado profesional, y nos “autoriza” a pretender mejores condiciones con el actual empleador o buscarlas afuera si adentro no están dadas las condiciones.  En el peor de los casos, nos daremos cuenta de alguna carencia en nuestro desarrollo de carrera y decidiremos hacer algo al respecto (i.e. pedir entrenamientos, transferencia a cargos paralelos, nuevas responsabilidades, etc).  Por su parte, las corporaciones se cuidarán de no perder a sus “top performers” (mejores empleados) e implementarán beneficios más competitivos para todos en general.  En cualquier caso, mientras más individuos decidimos tomar nuestro futuro en nuestras manos, más nos beneficiamos todos en colectivo.  Lo contrario ocurre cuando solamente escasos individuos toman estos riesgos y los frutos del trabajo del colectivo terminen beneficiando mayormente al empleador, quien no se siente urgido en responder. 
Últimamente, ante la noticia de eventos de este tipo, envuelva a individuos conocidos o no, intento conocer tantos detalles como sea posible.  Me “mido” en esa vara.  Intento también dar aportar mi impresión y divulgarlo entre los conocidos.  A la brevedad posible, felicito a quien ha tomado la decisión de dar un paso a adelante: Su éxito ayudará al mío.
Sinceramente,
Alberto juan.

Thursday, March 10, 2011

Y si alguien... (un poco de humor)

Y si alguien hubiera interrumpido a Cervantes...
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme,..." ¡Pues ni se moleste Don Miguel! mire, venga a acostarse y dejese de escribir a estas horas de la noche.  A ver, déjeme esa pluma.  A descansar que ya ha tomado mucho tinto.

Sinceramente,
Alberto juan  :)

Monday, March 7, 2011

La industria petrolera, los premios Oscar y mi cuenta de twitter

Desde hace ya varios años se viene hablando en la industria petrolera mundial sobre el abismo generacional (big crew change) que existe entre las filas de sus profesionales.  Para hacer corta una larga historia, se trata del hecho de que en los próximos diez años (entre 2011 y 2021) se espera que cerca del 40% de su actual fuerza laboral pase a retiro, perdiéndose toda su experiencia técnica y de liderazgo comprometido.  Lo que resulta más inquietante para la industria, es el hecho de que la generación de relevo, esos que conocimos un cabezal de pozo por primera vez entre 1990 y 2000 (actualmente entre 35 y 45 años de edad), somos muy pocos, discutiblemente no suficientes para afrontar los desafíos de la próxima década.  Sólo se aprecia un notable incremento del número de profesionales en el rango demográfico de aquellos que comenzaron su carrera después del 2005.  Es decir, muchos viejitos, muchos jovencitos, y relativamente pocos “mid career professionals” (profesionales de mitad de carrera).
La buena noticia:  Estando en el grupo de los “pocos”, y de acuerdo con los muchos artículos publicados sobre el asunto, muy pronto llegará el día en el cual cualquier empresa me pagaría “el oro y el moro” para poder contar con mis servicios.  Suena bien verdad?
Retomando mi historia desde la otra punta, el día después de la entrega de los premios Oscar en Hollywood, escuchaba por la radio a unos expertos en farándula, según quienes, el show había sido bastante extraño, un fracaso mediático, aburrido y con muy pocos momentos memorables.
Lo que más llamó mi atención fue cuando una de las entrevistadas, casi como una anécdota más, calificó a la actual entrega de los Oscar como “No Country for middle age men” (No es país para hombres de mediana edad), haciendo juego de palabras con la película que le mereció el Oscar de mejor actor a Javier Bardem, No Country for Old men (No es país para hombres viejos).  La explicación fue muy sencilla:  Los realizadores del evento quisieron entretener a una audiencia de gentes bastante mayores (entiéndase los miembros de la Academia de Artes Cinematográficas de EEUU) y en igual medida atraer la atención de las nuevas generaciones, las que se comunican a través de los “social networks” (redes sociales) como Facebook, Twitter, Youtube, Gmail, etc., y en el intento se olvidaron de “nosotros”, los que estamos en el medio.  “Qué comentario más interesante, pensé”.
Pocos días después recordé, aún con los premios Oscar en mente, que en el mundo corporativo de la energía, muchas decisiones se van tomando según los problemas (u oportunidades) van apareciendo.  Entonces me pregunté:  ¿qué tal que el problema del big crew change se vea desde otra perspectiva de aquí a unos pocos años?, ¿qué tal que las corporaciones busquen la manera de encontrar la utilidad práctica de los social networks para los retos del futuro?, ¿qué tal que en la industria petrolera exista un lugar para mi generación similar a la de otras empresas humanas que se describen como “la generación perdida” porque se ubican históricamente en el medio de dos generaciones de mayor relevancia?, o más probablemente ¿cuál será la consecuencia de que aún sabiéndose poseedor de la valorada experticia técnica y liderazgo comprometido, no sepamos usas las herramientas para influenciar a la generación de profesionales que vienen detrás, los que se comunican ¡a todo nivel! en el social network?
Mi decisión fue la de no vivir en “No Industry for mid-career professional” (no es industria para el profesional de media carrera).  Ayer mismo abrí mi cuenta de twitter, ya hacía poco había comenzado este blog, y mucho antes ya formaba parte de una red social de profesionales (Linkedin).  No sólo estoy comprometido con mejorar mi entendimiento de estas herramientas, sino de emplearlas seriamente y con frecuencia.  No para leer el última estupidez de Lady Gaga, o Charlie Sheen, sino para establecer mejores lazos de comunicación con mi familia, amigos, colegas, clientes, suplidores, fuentes noticiosas y de información.
Hay un dicho muy conocido que reza:  Es más importante saber dónde buscar la información a pretender tenerla siempre con uno.  Muy pronto bastará con preguntar al “contacto” adecuado por la información.  En el peor de los casos la respuesta será:  búscalo en Google.
Sinceramente,
Alberto juan.

Monday, February 21, 2011

Palabras de amor

Lo que menos intento es hacer de este blog un sitio para debatir asuntos religiosos.  Quizás asuntos políticos, pero no religiosos porque estos van más allá de lo que cada uno “cree que es lo correcto”, y cae dentro de la “fe” que cada uno siente.  Sin embargo el evangelio del pasado domingo me hizo recordar una pregunta que me hago con frecuencia cada vez que escucho evangelios clásicos como el del hijo pródigo, o el del buen samaritano... “a ver cómo hace el cura para explicar esta lectura?”
“Olvídense del ojo por ojo y diente por diente, pongan la otra mejilla, amen a su enemigo”. Nuevamente y como suele ocurrir en estos casos, después de un par de minutos atendiendo a la homilía, mi mente pasa de escuchar detenidamente la introducción del párroco a la de mi conciencia diciendo, para este particular, “Qué fácil es hablar de paz y justicia cuando vivimos en sociedades en relativa paz y justicia, y aún así mucho de los que están aquí probablemente nunca entenderán bien el mensaje”.  No lo digo porque yo pretenda entenderlo perfectamente, si no porqué ni me imagino lo difícil que debe ser tanto explicarlo como entenderlo cuando una sociedad o comunidad vive rodeada de injusticias, mentiras, y ni decir guerras o desesperanzas.
Como buen optimista, me gusta pensar que estas palabras de amor son como esporas que viajan en el viento.  Algunas tendrán la desaventura de caer entre espinas o sobre piedras pero alguna, para suerte de todos, caerá en tierra fértil, en oídos de algunos sin poder político o económico, pero sí de convocatoria social.  Porque es éste último el que influye sobre los pueblos que escriben su historia buena, la de progreso y paz.  No la historia mala, la de peleas, odios y guerras.  Me gusta pensar que estas palabras de amor llegan a oídos de personas como tantos mártires cristianos, y más recientemente de hombres como Mahatma Gandhi o Nelson Mandela.  Qué fácil hubiera sido para ellos repudiar a sus opresores y sin embargo el tiempo les permitió escribir tantas páginas de historia buena!  Mientras tanto otros erigieron estatuas de ellos mismo que acabarían tumbadas por sus propios pueblos en menos de dos generaciones siguientes.
No es fácil usas palabras de amor para dirigirse a los “enemigos”, no.  Propongo que dejemos ese reto a espíritus superiores.  Yo comenzaría porque cada uno se exigiera a sí mismo respetar al adversario.  No es una tarea menos difícil pero es una estrategia que eventualmente lleva a las partes involucradas al campo de la razón, donde la justicia enmudece al grito y lo injustificable se convierte en desecho.
Me gustaría saber cómo explicaron los primeros santos éste evangelio.  Una cosa es cierta y el mismo Cristo lo reconoce al concluir diciendo “Sean Ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto”, se necesita ser perfecto para llegar a este estado de entendimiento.  Mientras tanto, esforcémonos para tratar con respeto a todos.  Sí se puede exigir justicia sin ofender, paz sin violencia y amor sin humillarse.

Sinceramente,
Alberto Juan.


Wednesday, February 16, 2011

Por alguna parte hay que comenzar

Hola familia.
Finalmente me decidí a comenzar a escribir algo sobre... pues cualquier cosa.  Es decir, en muchas ocasiones me pongo a reflexionar o simplemente se me ocurren ideas que me gustaría compartir y sobre las cuales me encantaría saber distintas opiniones.  Lisett es muy buena escuchándome y dando su punto de vista, pero me parece aún más interesante que papá y leti me dieran su opinión al respecto.
Por esa simple razón y porque muchas veces encuentro que escribir me da más gusto que hablar, he comenzado este "blog".
Si se preguntan "qué carrizo" serán los temas o ideas, pues la verdad ni yo lo sé todavía.  Supongo que cuando algo se me ocurra lo iré publicando.  Tampoco se me ocurre con qué frecuencia lo haré, pero quisiera escribir por lo menos una vez a la semana.  En ocasiones será sobre alguna película que vimos en el cine, en otras sobre alguna experiencia en el trabajo, en otras sobre algo que haya visto, leído o escuchado y quisiera saber vuestra opinión.  Supongo que Lisett tendrá la ventaja que me lo podrá decir directamente sin necesidad de escribir, jejeje.  Pero papá y Leti seguro que disfrutarán de sentarse unos minutos a dejarme su opinión.  La estaré esperando.
Verán que partes del blog están en inglés.  Me gustaría en el futuro (no tengo prisa por lo pronto) que otros amigos tengan accesso a estos escritos.  Así que probablemente algunos los escriba en ambos idiomas.  En este mismo sentido lo único que sí espero que hagan al opinar es que tengan en cuenta que a mediado o largo plazo estos escritos serán públicos, es decir, escriban de la manera más personal que quieran, pero no toquemos asuntos meramente privados.
Pues así que aquí empezamos... o empecé yo al menos.
Envíenme un comentario al respecto para ver como fluye este sistema de los "blogs".  Como diríamos en inglés "I myself" (yo mismo) no tengo ningún tipo de experiencia previa, pero creo que puede ser divertido e interesante.

Me despido con un pensamiento que escuché no hace mucho y que me pareció estupendo:
"Nunca es tarde para llegar a ser lo que pudiste haber sido (It´s never too late to become what you might have been)"

Sinceramente,
Alberto juan.